PODOLOGÍA INFANTIL Y PEDIÁTRICA
La creciente preocupación de los padres por la
salud de sus hijos
hace que las consultas relacionadas con la podología infantil y
pediátrica hayan aumentado en los últimos tiempos. Los niños
requieren de un
control periódico
por parte del podólogo que permita valorar su desarrollo y prevenir
la aparición de complicaciones en el futuro.
Niños que se caen frecuentemente, que parecen torpes al caminar, que
se cansan de forma prematura, que tienen muchas durezas o que
padecen dolor al jugar
pueden presentar algún tipo de patología.
Estas circunstancias hacen que nuestros hijos pierdan interés por el
deporte, tengan problemas de relación con los compañeros y puedan
incrementar su peso. Sin embargo,
no conviene alarmarse
y es mejor
consultar a un profesional
ante la menor duda. Él sabrá valorar la posición de las estructuras
anatómicas en función de la edad y el sexo, ya que éstas
pueden ser normales o no
dependiendo de las circunstancias en que aparezcan.
En la consulta se realiza el
diagnóstico y el tratamiento
de los problemas podológicos, trastornos hereditarios y lesiones
traumáticas en los niños, tales como Genu Valgo, Genu Varo, Genu
Flexo, Genu Recurvatum, Pie Plano, Pie Cavo, Pie Pronado, Pie
Supinado, Pie Equino, Pie Talo, Pie Equino varo, Enfermedad de Sever,
Enfermedad de Mouchet, Enfermedad de Köhler I, Enfermedad de
Freiberg-Köhler II, Enfermedad de Renander, Enfermedad de Iselin,
Enfermedad de Thiemann, Enfermedad de Osgood Schlatter,
Polidactilias, Sindactilias, Escafoides Accesorio, Coaliciones
Tarsianas, etc. La detección precoz de estas y otras patologías
facilitan su corrección y evitan problemas en la edad adulta. No en
vano,
el
desarrollo y el crecimiento del niño
dependerán en buena medida del cuidado que hayamos prestado a su
aparato locomotor y, más concretamente, a sus pies. |